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lunes, 9 de abril de 2012

REALIDAD CONCEPTUALIZADA

Todo aquel que intenta comprender la existencia de Dios, cae en el vacío de la desesperación, ya que no es comprensible para una mente que opera dentro de un sistema limitado comprender lo ilimitado.
Cuando miramos el espacio exterior y observamos lo ilimitado nos resulta imposible pensarlo, por vasto y grande que sea, nos es inconcebible pensar que no tiene limites, siempre creeremos que acabara en algún lugar.
Cuando pensamos en Dios, es imprescindible tener una imagen referencial para poder comprenderlo,y no existe tal cosa, por lo tanto la asociamos a alguna imagen representativa que hayamos visto o nos inventemos, eso nos lleva a la inevitable conclusión de que no puede ser real, pues es inevitable que dicha idea al estar sostenida por algo que no corresponde nos lleve a una situación sin salida, a un sinsentido desesperante.
Si quiero saber lo que es un árbol, tengo una imagen en la que pensar, posteriormente me dirijo a un bosque y verifico esa imagen que observo como exterior a mi, la veo, la toco, la siento, somos dos elementos separados, uno que observa y otro que es observado, y eso determina mi conclusión de que es real y existe.
Puedes creer en Dios, pero evidentemente es una creencia tal como la palabra indica, que dependerá de la fe que tengas en creer en aquello que no percibes, pero esa creencia con el tiempo se debilitara, y tendrá que ser reforzada con dogmas y mas creencias, todo lo cual genera mucha inseguridad y dudas constantes
El autentico problema reside en que Dios es un echo, y tratar de comprenderlo como si fuera una creencia nos lleva al absurdo sin sentido, es necesario experimentarlo, a Dios se le puede conocer, pero no comprender, Dios es una experiencia viva, pero inexplicable para la psiquis humana, cada cual la tiene que experimentar por si mismo, y en si mismo, lo contrario siempre sera una idea de otro o bien que hemos leído en algún lugar, en la que podremos creer o no.
Todos conocemos a Dios, pero estamos tan entrelazados con él, que no es como conocer algo nuevo, distinto o diferente, solo que la mente tiene que cambiar la propia estructura del pensamiento que opera de una forma lineal dentro de secuencias espacio-temporales, y para eso requiere ser entrenada para evadir ese sistema lógico unidimensional.
Estamos tan acostumbrados a reconocer las cosas por el espacio que ocupan, y cada cosa tiene que tener su propio espacio, para ser otra cosa y así estar separada.
Dios no es otro elemento que opere aisladamente separado y distinto de nosotros, por eso es difícil describirlo,es un espacio vivo inteligente dentro del cual toda vida se da y es posible, pero no es un espacio tridimensional, sino multidimensional, osea tiene mas dimensiones de las que somos capaces de observar desde nuestra perspectiva limitada de la identidad personal.
Es necesario experimentar la atemporalidad para conocer a Dios, para ello requiere dejar atrás toda la conceptualidad y adentrarse en la esencia del amor puro, pero nuevamente repito que es una experiencia personal que cada uno tiene que lograr por si mismo, solo cuando queda atrás  toda relación con la estructura de la identidad y el tiempo así como el espacio se diluyen, la conciencia se vuelve diáfana, reconociéndose como realmente es, observando la realidad tal como es, sin impedimentos, al no utilizar un sistema que interprete a través de datos almacenados en la memoria, deja de interpretar para conocer.
En ese momento reconoce a Dios, tomando conciencia de que siempre estuvo ahí, no como algo nuevo o distinto que se acaba de conocer, sino como lo que realmente es, no puede ser observado,no es otra cosa distinta a nosotros, es fuente, esencia, amor puro,experimentable,si,comprensible,imposible, no podemos entender el amor desde nuestras limitaciones y carencias, pero podemos experimentarlo cuando todas ellas queden atrás y no formen parte de nosotros.

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