Cuando se habla de la verdad, la mente tiende a conceptualizar lo que esta es, por lo tanto buscara otra forma distinta, pero siempre dentro del mismo paralelismo.
Si yo pienso que lo que veo no es lo verdadero, o real, siempre pensare, que podre ver otra cosa que si lo es.
Ese es uno de lo engaños típicos, de la mente, para impedirnos experimentar lo verdadero, cambiar algo falso, por algo igualmente falso.
El problema reside, que para contemplar la verdad tenemos que ser verdaderos, es decir colocarnos en la autentica secuencia de las cosas, si no ocupamos nuestro autentico lugar en la configuración de la realidad, todo lo que observaremos, sera una alteración de la misma.
La estructura del yo, proviene de la información que el yo contiene, y su continuidad, de que esa información se procese con nueva información, generando una nueva resultante o comprensión, y esto se realiza de forma sucesiva y continua.
Eso genera una sensación temporal, continuada, en el budismo se define como una rueda que no cesa de girar.
El tiempo, no obstante, no es más que otra fase de lo que no hace nada.
Colabora estrechamente con todos los demás atributos con los que intentas mantener oculta la verdad acerca de ti mismo.
El tiempo ni quita ni restituye.
Sin embargo, lo utilizas de una manera extraña, como si el pasado hubiese causado el presente, y éste no fuese más que una consecuencia en la que no se puede hacer cambio alguno, toda vez que su causa ha desaparecido.
Un cambio, no obstante, tiene que tener una causa duradera, pues, de otro modo, no perduraría.
Es imposible poder cambiar nada en el presente si su causa se encuentra en el pasado.
Tal como usas la memoria, sólo el pasado está en ella, y así, no es más que un modo de hacer que el pasado predomine sobre el ahora.
La única forma de observar la verdad, o alcanzarla es suprimiendo la relación entre la memoria y el pasado, cuando esta se corta, todo se detiene, la rueda se para.
Lo mas difícil de entender para la mente es, que esta realización no sigue un procedimiento, como leer un manual para aprender a controlar una maquina, no hay un interruptor al que darle para que suceda.
De hecho es tan sencillo que la mente simplemente rehúsa hacerlo, ya que eso no estimula su intelecto, simplemente se puede intentar, y el logro vendrá, en la medida directa de la intensidad en que deseamos que suceda, cuanto mas queramos y deseemos de corazón que así sea, así sera,pero el pensamiento siempre intentara impedirlo, ya que es la base del miedo, y solo cuando el miedo desaparece, la verdad aparece.
Has estado acostumbrado por tanto tiempo a creer que la memoria contiene sólo el pasado, que te resulta difícil darte cuenta de que es una facultad que puede recordar el ahora.
Las limitaciones que el mundo le impone a ese recordar son tan vastas como las que permites que el mundo te imponga a ti.
No existe vínculo alguno entre la memoria y el pasado.
Si quieres que haya un vínculo, lo habrá.
Mas es sólo tu deseo lo que establece dicho vínculo, y sólo tú quien lo limita a una parte del tiempo.
Cuando se suprime la relación memoria-pasado, es una cadena que caen uno tras otro sucesivamente, si no hay pasado, no hay futuro, al suprimirse ambos, lo que queda es el presente, el ahora, no su interpretación sino lo que és, el tiempo, que es una consecuencia de ese proceso de transformación en la información , también cesa, y lo que antes se consideraba el espacio, al desaparecer la forma que lo ocupaba, queda vacío.
Sin embargo a ese espacio vacío, que antes ocupábamos con nuestras formas, sigue manteniendo la conciencia de existir, sin forma, al ocupar un espacio vacío, la conciencia no se identifica con el vacío como algo, ya no hay un yo referencial.
En ese estado la verdad llega por si misma a ocupar su lugar, al haber desaparecido aquello que la ocultaba.
La fiesta de la Luz
Hace 4 años