Para definir la creación del EGO. los Griegos utilizaban a Narciso, el ser que al mirar la imagen reflejada en un lago se obsesiona con ella, y cae en el lago ahogándose,
Representa la identificación de la mente con las imágenes, hasta el punto de creer ser una imagen, quedando atrapada en esa percepción.
La mente en su estado natural, observa la realidad absoluta, es decir la cantidad total de información que existe, en ese caso todo lo conoce, hallandose en el estado de conocimiento.
Una de sus facultades es procesar esa información, fragmentarla en paquetes, descomponerla e interpretarla otorgándole un sentido dinámico y observando el resultado como estructuras de imagen, pero al hacer eso solo es consciente de lo que observa como su propia interpretación.
Las imágenes se pueden observar, juzgar, analizar y criticar, pero no se pueden conocer.
Lo patético de la situación surge cuando la mente olvida que es ella misma la que construye imágenes, y cree en la realidad de las mismas, otorgándoles entidad en si mismas, quedando sumida en la perplejidad de no saber quien es, ni de donde viene, permaneciendo en un estado en el que reconoce que algo no esta bien pero sin poder comprender que es, eso le impulsara a buscar la respuestas entre las propias imágenes que fabrica sin poder jamás encontrar nada, ya que busca donde la respuesta no está.
Cuando el Ego se desmonta y desaparece, la identificación con las imágenes, cesa, en ausencia de imágenes, queda el Espacio vacío vivo, que antes ocupaba la imagen, con la que nos identificábamos, ese espacio vacío sigue teniendo la conciencia de existir, tal como tenia antes, pero sin información de imágenes ni objetos con las que obsesionarse, no se puede identificar como algo, es conciencia pura.
Ese Espacio con conciencia se reconoce a si mismo como lo que Es, al carecer de elementos diferenciadores, no hay nombres, ni recuerdos, ni historia.
Esa conciencia de vacuidad, reconoce de forma natural, que pertenece o existe en el interior de un basto e infinito espacio, el cual, tiene conciencia de su propia existencia, surgiendo una relación entre ambos espacios, que son el mismo espacio, la diferencia es que uno contiene y el otro es contenido.
La relación da paso a la comunicación directa, sin nombres sin palabras, solo de conocimiento y en un estado de amor puro, que restablece la conciencia, entre creado y creador, entre causa y efecto, ambos, que son solo uno, son el espacio vacío, del cual todo surge y se manifiesta, el potencial capaz de crear todo y nada.
La fiesta de la Luz
Hace 4 años
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