Memorias de otra conciencia.-
Existía en el vacío, no era alguien, si no mas bien la total carencia absoluta de información de ningún tipo, hacía que mi mente permaneciese en un vacío absoluto... sin cuerpo... sin imágenes... sin ideas ni conceptos... e ignorando que eso existía..." SOLO ERA".
Del vacío surgió un plano cuadrado, que flotaba y oscilaba en la negrura de la nada. Distintos cuadros componían su estructura semejantes a un tablero de ajedrez, se aproximaba... cada vez era mayor, sentí una fuerte atracción, como una fuerza que me absorbía e intentaba tragarme. Buscaba desesperadamente evitarlo, sin lograrlo, parecía que llevase atada una cinta elástica que me impedía escapar, hasta que finalmente me absorbió.
Silencio, inconsciencia, la nada...
Unas voces sonaban con total nitidez, decían: Esta muerto... otros sonidos... llantos... es solo un niño.
No sabía que era lo que estaba sucediendo, ni tan siquiera que algo podía suceder. Una tremenda paz y sensación de alegría me llenaba, era feliz, sin saber que la felicidad existía, no había lugar, ni espacio... solo voces.
Silencio, inconsciencia, la nada...
Sensaciones aparecieron de repente, desde el vacío absoluto de información , en la que mi mente se hallaba. Surgió una relación de continuidad que se expandía en dos direcciones opuestas, aquello que hoy reconozco como el tiempo, por un lado el avance continuado hacia adelante, que es la forma habitual.
Por otro lado el tiempo inverso, que se generaba desde el momento presente, hacia atrás, generando un cumulo de recuerdos que se acumulaban en forma directamente opuesta a como habían sucedido.
Era como ver la película de mi vida, desde el final hasta el nacimiento.
Así como el tiempo normal sucede a una velocidad que nos es comprensible, nos permite tomar decisiones y experimentarlo como algo presente que esta sucediendo.
El tiempo inverso sucede a gran velocidad, sin intervención ni conciencia de qué está sucediendo, es como un remolino de recuerdos acumulativos, creando una masa de energía densa y pesada, pareciendo arrastrarte hasta el fondo, dejándote incapaz de sentir y SER la liviandad que sentía hasta ese momento.
Silencio, inconsciencia, la nada...
Estaba en una cama, me sentía pesado, sentía dolor, y un peso me impedía levantarme. Sentí un YO, que identificaba con mi cuerpo de niño. Profundo aturdimiento y confusión, era una sensación extraña y nueva a la que debería acostumbrarme... aunque me costara.
¿Estuve muerto y retorné? o ¿Entré en una realidad y se me insertaron recuerdos, para generar una masa densa que me retuviera allí? ¿como saberlo?.
Esa duda me acompañará toda la vida, y será el impulso de una búsqueda que no cesa.
La fiesta de la Luz
Hace 4 años